Los niños, desde su nacimiento, tienen todo un mundo por conocer, pero lo hacen de manera muy diferente a los adultos. Su forma de aprendizaje se realiza a través del descubrimiento de todo lo que les rodea y para esto es necesaria la experimentación. Con los ejercicios de estimulación temprana para bebés de 0 a 1 año que proponemos aquí, sencillos y eficaces, las familias contribuirán de forma activa en el desarrollo de los niños.
Desde que son muy pequeños comienzan a motivarse y van sacando su instinto de exploradores y su inquietud natural de visualizar, intentar llegar y tocar, probar, escuchar, sorprenderse y volver sobre sus pasos una y otra vez. De esta forma tan sencilla, a través del juego y de la exposición a nuevas situaciones, los bebés de 0 a 1 año se divierten y avanzan en su crecimiento físico, cognitivo y emocional.
Generalmente, son las escuelas infantiles las que se encargan de este proceso de estimulación temprana, pero también es importante hacer actividades en casa que permitan el disfrute natural del niño, acordes a su edad y capacidad.
¿Qué aspectos necesitan desarrollar los niños?
1. Lenguaje, comunicación y habilidades sociales
Al experimentar con otros niños, interactuando entre ellos, aprenden a socializar; al cantar canciones o leer cuentos, se incentiva el lenguaje. No hay otra manera de aprender a hablar: primero escuchando y después empezando a emitir sus propios sonidos impulsados por el deseo de imitar y de escucharse. Así van aprendiendo qué es la comunicación.
La comunicación musical también es muy valiosa para el desarrollo del lenguaje y para el físico, en su parte de movimiento rítmico y armónico. Las canciones, los instrumentos, la familiarización con los sonidos altos y bajos, tonos, intensidades, notas musicales, sonidos de cuerda y de percusión o viento les permiten descubrir y estimular este sentido.
Con la comunicación a través de juegos de representación y teatro se consigue que sientan como algo natural el hecho de hacer cosas delante de los demás. El juego simbólico, los disfraces o imitar a los personajes de nuestros cuentos les ayudarán a potenciar las habilidades sociales.
2. Motricidad fina
La motricidad fina se fomenta muy bien con las actividades de arte. Utilizando pinturas, técnicas de collage o creando juguetes con materiales de reciclaje, los niños reforzarán la musculatura fina de dedos y manos para ir cogiendo destrezas con las que alcanzarán cada vez logros mayores, esenciales para su autoestima. Además, los bebés empezarán a manifestar su personalidad, sus gestos y su forma de hacer las cosas.
3. Desarrollo motor
Se debe potenciar respetando el instinto natural del niño, sin exponerle nunca a situaciones y posiciones a las que no haya llegado por sí mismo. De esta manera, se evitará generarles miedos o inseguridades, y su evolución será conforme a su instinto, musculatura y fuerza.
También es importante impulsarles a familiarizarse con colores, formas, tamaños, conceptos subjetivos como arriba, abajo, dentro, fuera, cerca y lejos. Jugando, relacionando y clasificando, su razonamiento y lógica empieza a crecer paralelamente a su físico, sus emociones y su lenguaje.
Actividades y ejercicios de estimulación temprana para bebés de 0 a 1
1. Lectura de cuentos

Los cuentos son el mejor compañero de los niños. Los libros infantiles y sus ilustraciones permiten que el descubrimiento empiece a través de la vista. Pero no hay que limitarse solo a las imágenes, ya que muchas lecturas para bebés fomentan la experimentación cuando dejamos que toquen, mezclen, jueguen, saquen y metan objetos, y sientan a través del tacto, lo que hará que conozcan las texturas rugosas, suaves, blandas y duras. Eso sí, deben ser apropiados para la edad y estar focalizados en las temáticas que se quieran tratar.
2. Bandeja sensorial
Se necesita una bandeja con agua, patos y peces de goma, palitos de madera, un fondo de arena o sal, flores de tela o plástico y esponjas.
Hay que colocar la arena o la sal en el fondo de la bandeja, en la que previamente se habrá puesto agua. Luego se irán colocando los animales de goma y las plantas y flores dentro. Los niños lo estarán viendo y, después, se les invitará a tocar los objetos y a moverlos dentro del agua, así como a experimentar con el fondo de sal o arena.
Más tarde, se les enseñará a empapar la esponja y a escurrirla sobre la bandeja, dejando caer el agua dentro, para que descubran nuevos sonidos y noten el cambio de tamaño y de textura.
3. Pintura de texturas
Para esta actividad se precisa un yogur, una gelatina, una bandeja de plástico y colorante alimentario.
En primer lugar, se probará con yogur, poniéndolo dentro de una bandeja de plástico. Hay que tocarlo y extenderlo con las manos y luego invitar a los niños a hacerlo. Se puede añadir colorante alimentario para que vean cómo cambia de color, pasando a rojo, verde, amarillo y otros tonos. Así se estará estimulando la motricidad fina y el aspecto sensorial.
Más tarde, se hará lo mismo con la gelatina, tocándola, extendiéndola con las manos y jugando con ella en el recipiente. Para crear sensaciones diferentes al tacto, se puede optar por los contrastes, y que un trozo esté a temperatura ambiente y otro esté muy frío (de la nevera).
4. Plastilina casera
Para elaborarla se necesitan tres tazas de harina, una de sal fina y otra de agua, de dos a cinco cucharadas de aceite (de girasol u oliva) y colorante alimentario (opcional).
Con esta mezcla, en las cantidades adecuadas, se hace una masa para moldear. Los niños pueden ver el proceso de hacerla. Hay que dejarles tocar y darle forma con las manos. La pueden estrujar y, si se la llevan a la boca, no pasa nada. Además, se puede separar en porciones y darle a cada una un tono distinto con unas gotas de colorante alimentario.
5. Circuito de obstáculos

Para hacer el circuito hacen falta cojines, cajas, juguetes y alfombras.
Los bebés desarrollan su motricidad haciendo muchos juegos en el suelo. Es importante tener juguetes atractivos para ellos, que les motiven a moverse para ir a buscarlos o les inciten a empezar el arrastre o el gateo. De esta manera, se puede crear un circuito con obstáculos en el suelo aprovechando los objetos que se tienen por casa y poner su juego favorito al final del recorrido.
6. Bolsas y botellas sensoriales
Hay que utilizar una bolsa transparente doble o con cierre hermético, agua, aceite y pintura.
Para hacer este experimento sensorial, se debe poner, dentro de una bolsa doble, agua con aceite y unas gotas de pintura. Después, hay que cerrarla muy bien con cinta adhesiva y dejar que los niños la toquen y jueguen con ella. Podrán ver cómo se mueve el aceite dentro del agua o cómo se mezcla la pintura con el agua.
La misma idea se puede hacer con las botellas de plástico, y meter dentro líquido con bolitas de colores, animales de plástico o conchas. Una idea más: rellenar botellas con legumbres para hacer maracas.
7. Cesto de los tesoros
Terminamos nuestra propuesta de actividades de estimulación temprana para bebés de 0 a 1 año con estos cestos llenos de tesoros. Solo se necesita una bolsa con objetos de diferentes tamaños, texturas y colores: trozos de tela de seda o de saco, lana, cucharas, anillas, rollos de papel o cualquier cosa que esté por casa. Consulta aquí más ideas.
Los niños jugarán libremente tocando los elementos y experimentarán con sus materiales y texturas.
No te pierdas los ejercicios de estimulación temprana para niños de 1 a 2 años o de 2 a 3.
Joana Gomariz
Escuela Infantil Sus Pequeños Pasos